Los antinutrientes están más cerca de lo que creés: en tu plato de todos los días. Son compuestos naturales que pueden interferir con la absorción de nutrientes clave. Acá te cuento dónde están y qué hacer con ellos, sin vueltas.
1. Legumbres: el ácido fítico te juega en contra
Lentejas, garbanzos y porotos tienen ácido fítico. Este se pega al hierro, calcio y zinc, y complica su absorción.
2. Espinaca: los oxalatos le sacan fuerza al calcio
Sí, es verde y sana, pero también tiene oxalatos. Se unen al calcio y lo dejan fuera de juego.
3. Frutos secos y semillas: antinutrientes por partida doble
Tienen ácido fítico y lectinas. El primero interfiere con minerales; las segundas, con proteínas.
4. Cereales integrales: también con ácido fítico
Trigo integral, avena y otros granos enteros cargan con este compuesto, que limita el acceso a minerales como hierro y zinc.
5. Soja: problemas con las proteínas
La soja trae inhibidores de la tripsina, una enzima clave para digerir proteínas. Sin ella, el cuerpo no hace bien su trabajo.
6. Crucíferas: el lado B del brócoli y compañía
Brócoli, coliflor y repollo tienen bociógenos. Pueden frenar la absorción de yodo y complicar la función tiroidea.
Té y café: los taninos no ayudan al hierro
Estos clásicos de todos los días contienen taninos, que interfieren con la absorción de hierro y otros minerales.
Cómo reducir su efecto
No te vuelvas loco. Si tu alimentación es variada, no hay drama. Remojar, fermentar o cocinar bien ayuda mucho. Por ejemplo, dejá en remojo las legumbres toda la noche o fermentá la soja: vas a notar la diferencia.
Comé de todo, cociná con inteligencia y no te obsesiones. El cuerpo sabe adaptarse, si vos le das las herramientas.
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