Nos vamos a meter en el mundo del copywriting, la magia de las palabras para vendernos cualquier cosa, el core del marketing. Aunque no lo creas es una parte muy fuerte de cualquier negocio y es solamente texto.

El ABC del copywriting

Antes que nada, tengamos algo claro: el copywriting no es joda. Acá no estamos para jugar a ser escritores frustrados, sino para vender como si no hubiera un mañana. La cosa es simple: hay que entender cómo funciona el negocio y aprender a escribir de una manera que haga que la gente saque la billetera sin pensarlo dos veces.

¿Y la inteligencia artificial qué onda? Bueno, la IA tiene mucha información, pero a la hora de la creatividad hace agua, es muy infantil. Sirve, sí, pero no esperes milagros. La posta está en dominar vos el arte de la persuasión y después, si querés, le das una manito a la máquina para que no quede tan obsoleta.

Las 4 preguntas sagradas del copywriting

Antes de mandarte a escribir inuttilmente, hay cuatro preguntas que tenés que hacerte sí o sí:

  1. ¿A quién le estoy escribiendo? ¿Es Doña Rosa o es el Chad emprendedor de cryptos? Tenés que tener bien claro quién es tu objetivo.
  2. ¿Qué quiero que hagan? ¿Que compren? ¿Que se suscriban? ¿Que le den like? Definí tu objetivo, maestro.
  3. ¿Qué tienen que sentir para hacer lo que quiero? Acá es donde la magia sucede. Tenés que llevarlos de la mano desde donde están hasta donde querés que estén.
  4. ¿Cuáles son los pasos para llegar ahí? Armá tu hoja de ruta, paso por paso, para que no se pierdan en el camino.

Conocé a tu público o morite en el intento

A ver, si no sabés con quién estás hablando, estás complicado. Tenés que entender los niveles de awareness (qué tanto saben del problema y la solución) y de sophistication (qué tan cancheros son en el tema).

¿Cómo hacés esto? Fácil: investigá como si fueras un detective privado. Metete en foros, leé comentarios en Amazon, stalkeá grupos de Facebook. La idea es que sepas exactamente qué piensan, qué sienten y qué palabras usan tus potenciales clientes.

Pro tip: Armá un avatar de tu cliente ideal. Ponele nombre, cara, historia. Hacelo tan real que casi puedas tomarte una birra con él. Así, cuando escribas, vas a sentir que le estás hablando a un amigo y no a una masa amorfa de gente.

El ciclo de la persuasión: Cómo llevarlos de la mano hasta el "Sí, quiero"

Acá es donde la cosa se pone interesante. Tenés que armar una especie de viaje mental para tu lector. Empezás agarrándolos por las pelotas (o los ovarios, seamos inclusivos) con algo que les llame la atención, después les mostrás que entendés su problema mejor que ellos mismos, les das la solución en bandeja y finalmente los empujás suavemente a la acción.

Atención → Deseo → Confianza → Problema/Solución → Llamado a la acción

Es como un baile, ¿viste? Los vas llevando de a poco, con gracia y estilo, hasta que terminen haciendo exactamente lo que vos querés.

Cómo captar la atención sin parecer un vendedor de medias en el subte

Captar la atención es clave, porque si no te dan bola desde el vamos, ya fuiste. La cosa es que el cerebro humano está programado para prestar atención a dos cosas: oportunidades y amenazas. Es como que seguimos siendo cavernícolas buscando comida y escapando de tigres dientes de sable, pero en versión siglo XXI.

¿Qué funciona? Lo nuevo, lo que se mueve, lo que cambia. Por eso los gifs y los videos son tan efectivos. También podés jugar con las necesidades básicas de la gente (onda la pirámide de Maslow.

Un truco infalible es posicionarte como líder o autoridad en algo. La gente naturalmente le presta atención a los que parecen tener el control. Es como cuando entra alguien con pinta de jefe a un lugar y todos se callan y miran. Usá eso a tu favor.

El Superpoder de la Curiosidad: La Gasolina del Copywriting

¿Te quedaste clavado viendo una serie hasta las 4 de la mañana porque NECESITABAS saber qué carajo iba a pasar en el próximo capítulo? Bueno, eso es la curiosidad en su máxima expresión, y es justamente lo que tenemos que lograr con nuestros textos si queremos que la gente se enganche y no pueda parar de leer.

¿Qué es la curiosidad y por qué nos importa?

La curiosidad es esa cosquillita mental que nos hace querer saber más sobre algo que nos interesa. Es como cuando te cuentan un chisme a medias y te quedás con las ganas de saber el final. En el copywriting, es la herramienta perfecta para que la gente no pueda dejar de leer lo que escribimos.

Imaginate que estás viendo una peli y justo cuando va a pasar algo groso, ¡pum! Se corta la luz. Te querés matar, Bueno, eso es lo que tenemos que generar con nuestros textos. Dejar a la gente con esa sensación de "necesito saber más YA".

Pero ojo, no es cuestión de mandar fruta. La curiosidad pega más fuerte cuando toca temas que le importan de verdad a la gente. Si le hablás de algo que le chupa un huevo, por más misterioso que lo hagas, no va a dar ni medio click.

Los 3 ingredientes secretos para generar curiosidad

  1. Un tema que le importe al lector: Si estás escribiendo para fanáticos del anime, no les vengas con noticias de política. Tiene que ser algo que los tenga con la cabeza quemada.

  2. Un adelanto jugoso: Tirales un dato concreto, algo que les haga pensar "apa, esto se pone interesante". No puede ser cualquier boludez, tiene que ser algo que les haga ruido.

  3. La promesa de más info: Dejales en claro que hay más para saber, pero no se lo des todo de una. Es como cuando te dicen "después te cuento" y te quedas pensando todo el día en eso.

La clave está en darles lo justo y necesario para que crean que vale la pena seguir leyendo, pero sin revelar todo el misterio. Es un equilibrio delicado, como caminar en la cuerda floja después de unos cuantos fernets.

Cómo escribir "fascinaciones" que enganchen

Las fascinaciones son como los trailers de las películas, pero en versión texto. Son esas frases cortitas que te dejan con ganas de más. Acá van algunos ejemplos para que te des una idea:

  • "El secreto para escribir fascinaciones que te hagan ganar 10 lucas por día sin moverte del sillón"
  • "Por qué la mayoría de los millonarios empiezan su día exactamente de la misma manera (y no, no es tomando mate)"
  • "ALERTA: No le mandes otro mail a un cliente hasta que aprendas esta pregunta mágica que va a multiplicar tus ingresos"

¿Ves cómo te quedaste con ganas de saber más? Eso es lo que tenemos que lograr.

6 truquitos para potenciar la curiosidad

  1. Sé específico: No mandes fruta, da detalles concretos. En vez de decir "ganá plata", decí "ganá 50 lucas en 30 días".

  2. Decí lo que NO es: Rompeles los esquemas. "No es lo que pensás" siempre genera intriga.

  3. Usá temas que ya les interesan: Si sabés que tu público está obsesionado con los ovnis, metele por ahí.

  4. Tirá paradojas: Algo que parezca contradictorio siempre llama la atención. "Cómo comer chocolate y bajar de peso"

  5. Metele drama: Un poco de conflicto siempre garpa. "La pelea secreta entre Messi y Ronaldo que nadie te contó"

  6. Hacelos sentir parte de algo exclusivo: A todos nos gusta sentirnos especiales. "El secreto que solo el 1% de los traders conoce"

Usá la curiosidad en cada paso

La idea es que tu texto sea como una serie de Netflix. Cada párrafo tiene que dejar una pregunta sin responder que se contesta en el siguiente, y así sucesivamente. Es como dejar miguitas de pan para que el lector te siga hasta el final.

Cómo activar deseos y dolores a voluntad

Acá está la verdad de la milanesa. Para que la gente haga lo que queremos (comprar, suscribirse, lo que sea), tenemos que tocarles donde les duele o donde más les gusta.

No se trata de inventar deseos o dolores, sino de descubrir los que ya tienen y amplificarlos. Es como cuando te acordás de esa ex que te rompió el corazón y de repente te dan ganas de escuchar Cerati a todo volumen.

Los deseos y miedos universales (la famosa pirámide de Maslow)

Maslow armó una pirámide con las necesidades humanas. Va así:

  1. Necesidades básicas (morfar, dormir, etc.)
  2. Seguridad (no cagarse de hambre mañana)
  3. Amor y pertenencia (tener amigos, novia, etc.)
  4. Estima (que te respeten, sentirte el mejor)
  5. Autorrealización (ser la mejor versión de vos mismo)

La idea es que primero te preocupás por lo de abajo y después vas subiendo. Esto es oro puro para el copywriting, porque sabés exactamente qué botones apretar según a quién le estés escribiendo.

Cómo usar las palabras para apretar los botones correctos

La clave está en usar palabras que hagan que el lector se imagine viviendo lo que le estás contando. Tenés que activarles todos los sentidos:

  • Visual: "Imaginate entrando a la oficina con tu traje nuevo y todos girando la cabeza para mirarte"
  • Kinestésico: "Sentí cómo se te eriza la piel cuando tocás por primera vez tu nuevo auto"
  • Auditivo: "Escuchá los aplausos ensordecedores cuando subís al escenario a recibir tu premio"
  • Olfativo y gustativo: "Olé el aroma del café recién hecho mientras mordés esa medialuna calentita"

La idea es que el lector se meta tanto en la película que está viendo en su cabeza que no pueda parar de leer.

Usá el tiempo a tu favor

Jugá con el pasado, presente y futuro. Hablales de cómo se sienten ahora (seguro como el orto) y cómo se van a sentir después de usar tu producto (mucho mejor). O mostrale cómo va a ser su vida en 5 años si no hace nada al respecto (spoiler: una cagada).

Cómo usar la identidad y el status para que la gente haga lo que querés

A todos nos gusta sentirnos capos y que los demás nos vean así. Usá eso a tu favor. Mostrales cómo tu producto los va a hacer parecer más grosos ante los demás. "Con este curso de trading, vas a ser el que todos consultan antes de invertir".

En fin, la curiosidad es como el condimento secreto de la abuela. Si sabés usarla bien, tu copy va a ser tan adictivo como los capítulos de Game of Thrones (bueno, las primeras temporadas al menos).

El Roadblock: El villano de la película

Dios manda, tenés que mostrarle a tu cliente tres cositas clave: el obstáculo que lo frena, la solución mágica y tu producto estrella. Cada pieza tiene que encajar perfectamente para que el cliente diga "¡Si!" y saque la billetera.

Primero, tenés que mostrarle al cliente cuál es el obstáculo que le está impidiendo cumplir sus sueños. Imaginate que es como una pared gigante en medio del camino. Muchas veces, la gente ni siquiera sabe que esa pared está ahí. Tu laburo es agarrar un reflector gigante y apuntarlo directo a esa pared para que el cliente la vea bien clarita.

Por ejemplo, si vendés un curso de inglés online, el roadblock podría ser: "No tenés tiempo para ir a clases presenciales y por eso seguís hablando inglés como Tarzán". ¿Ves cómo funciona? Le estás mostrando al cliente por qué todavía no habla inglés como un nativo de Londres.

La Solution: El superhéroe que salva el día

Después de mostrarle el obstáculo, tenés que tirarle la solución como si fuera el último salvavidas en el Titanic. Esta solución tiene que ser algo nuevo, algo que el cliente no haya probado antes. Si no, va a pensar "Ah, esto ya lo intenté y no funcionó" y chau venta.

Siguiendo con el ejemplo del inglés, la solución podría ser: "Un método revolucionario que te permite aprender inglés mientras dormís, sin esfuerzo y en tiempo récord". ¿Suena loco? Sí. ¿Llama la atención? También. Y eso es exactamente lo que queremos.

El Producto: La joyita que todos quieren

Y acá viene lo bueno: tu producto. Tenés que presentarlo como si fuera la octava maravilla del mundo, el Santo Grial de los productos. Tiene que ser la herramienta perfecta para implementar esa solución mágica que le tiraste antes.

En nuestro caso del inglés, el producto sería: "El curso 'English While You Snore', con tecnología de aprendizaje subliminal que te hace hablar como la Reina de Inglaterra en solo 30 días". ¿Suena exagerado? Puede ser, pero te aseguro que llama la atención.

Cómo armar todo este circo

Ahora, la pregunta del millón: ¿cómo juntas todas estas piezas para que tu venta sea un golazo? Fácil, tenés que seguir esta fórmula:

  1. Identificá el problema del cliente (el roadblock).
  2. Mostrále una solución innovadora que le vuele la peluca.
  3. Presentá tu producto como el camino más rápido y seguro para implementar esa solución.

Es como si le dijeras: "Mirá, flaco, tenés este problemón. Pero no te preocupes, existe esta solución genial. Y adivina qué, tengo justo el producto perfecto para que la implementes sin romperte la cabeza".

Posicionamiento en el mercado: Ser el pez más grande del estanque

Para que todo esto funcione como un relojito suizo, tenés que entender bien tu mercado. ¿Quiénes son tus clientes? ¿Qué saben? ¿Qué no saben? Y lo más importante: ¿qué están haciendo tus competidores?

Analizá a la competencia como si fueras un espía. Fijate qué dicen, a quién le hablan, cómo se presentan. Y después, hacé algo diferente. Si todos venden cursos de inglés aburridos, vos vendé la experiencia de aprender inglés mientras te divertís como loco.

El arte de disrumpir el mercado

Para ser un disruptor del mercado (que suena muy elegante), tenés que pensar fuera de la caja. Usá los roadblocks, las soluciones y el posicionamiento de tu producto de una manera que nadie más lo está haciendo.

Por ejemplo, si todos los cursos de inglés se enfocan en la gramática, vos podés enfocarte en cómo hablar inglés para ligar en los bares. ¿Es poco convencional? Sí. ¿Va a llamar la atención? Absolutamente.

Resumido:

  1. Mostrar el obstáculo que frena al cliente.
  2. Presentar una solución innovadora y sexy.
  3. Ofrecer tu producto como la herramienta perfecta para implementar esa solución.
  4. Entender tu mercado y posicionarte de manera única.
  5. Ser disruptivo y pensar fuera de la caja.

Controlá sus creencias

Algunos logran que todos le hagan caso, a otros no les dan ni bola. La clave está en controlar las creencias de los demás. No es magia negra ni manipulación barata, es entender cómo funciona la cabeza de la gente y usar eso a tu favor.

¿Qué tienen que creer para moverse?

Mirá, para que alguien mueva el orto y haga algo, no alcanza con decirle "eh, hacé esto" y listo. Tenés que lograr que crean que vale la pena hacerlo. Y ojo, no es solo cuestión de emocionarlos o mostrarles soluciones mágicas. La clave está en meterte en su cabeza y cambiar lo que piensan.

Ponele que querés que la gente compre tu curso de "Cómo ser millonario en 30 días". Si no logras que crean que:

  1. Es posible hacerse millonario en tan poco tiempo
  2. Vos sabés cómo hacerlo
  3. Tu método funciona

Olvidate, nadie va a sacar la billetera. Tenés que controlar esas creencias si querés que la gente actúe.

Credibilidad al palo

Ahora, ¿cómo carajo haces para que te crean? Fácil: mostrando que sos una joyita en lo tuyo. Tenés que establecer tu autoridad y demostrar que tus soluciones funcionan. Si no, sos un random más vendiendo humo.

Imaginate que sos nutricionista y querés vender un plan de alimentación. ¿Qué es más creíble?

a) "Hola, soy Pepito y tengo un plan re bueno para bajar de peso" b) "Hola, soy la Dra. María Pérez, nutricionista con 15 años de experiencia y creadora del método 'Bajá 10 kilos en 2 meses' que ya ayudó a más de 1000 personas"

La b), obviamente. La credibilidad es todo.

Diferentes textos, diferentes creencias

Ojo, que no es lo mismo escribir un post de Instagram que una landing page o un mail. Cada cosa que escribas tiene que generar creencias específicas para lograr lo que querés.

Por ejemplo:

  • Post de IG: "Creé que podés cambiar tu vida HOY MISMO"
  • Landing page: "Creé que este producto es la solución a todos tus problemas"
  • Mail: "Creé que si no comprás ahora te vas a arrepentir"

La idea es la misma (controlar creencias), pero adaptada a cada formato y objetivo.

Primero la autoridad, después la joda

Antes de mandar cualquier cosa, tenés que dejar bien en claro quién sos y por qué deberían escucharte. Es como cuando vas a una fiesta: primero te presentás y después arrancás a tirar los pasos prohibidos.

Capaz estás pensando: "Pero flaco, ¿y si soy un don nadie que recién empieza? ¿Cómo establezco autoridad?". Tranqui, que hay formas de hacerlo aunque seas más nuevo que el mate cocido. En los cursos para principiantes te enseñan justamente eso: cómo parecer un capo aunque recién estés arrancando.

Pruebas, pruebas y más pruebas

Para que la gente te crea, tenés que mostrar resultados concretos. No alcanza con decir "soy un genio", tenés que demostrarlo. Algunas formas de hacerlo:

  • Contar historias de éxito (tuyas o de clientes)
  • Mostrar antes y después
  • Compartir estadísticas y números concretos
  • Exhibir premios o reconocimientos

Cuanto más tangible sea la prueba, más fácil va a ser que te crean. Es como cuando tu amigo te dice que sale con una modelo: si no te muestra una foto, no le creés ni en pedo.

El poder de los símbolos de status

Otra forma de reforzar tu autoridad es usando símbolos de status. Pueden ser:

  • Un montón de seguidores en redes
  • Testimonios de gente conocida
  • Aparecer en medios importantes
  • Tener un título de una universidad prestigiosa

Es como cuando ves a alguien con un Rolex: automáticamente pensás que le va bien en la vida (aunque capaz lo compró en la feria de Parque Centenario).

Lógica simple, viejo

Ojo, que no todo es verso y emociones. También tenés que dar razones lógicas para que te crean. Pero cuidado: no te pases con explicaciones súper técnicas. La gente compra con el corazón y justifica con la cabeza.

Una buena técnica es usar metáforas. Por ejemplo, si vendés un curso de inversiones, podés decir: "Invertir es como plantar un árbol: al principio no ves nada, pero si tenés paciencia y lo cuidas, con el tiempo te da frutos". Así relacionás algo que no entienden (inversiones) con algo que sí (plantar un árbol).

Afirmación → Prueba

Cada vez que tires una afirmación grosa, mandale la prueba al toque. Es como cuando decís "soy el rey del asado" y sacás una foto de la parrilla llena de choris.

Las pruebas pueden ser:

  • Gráficos
  • Estudios científicos
  • Imágenes
  • Capturas de pantalla

Lo importante es que la prueba sea clara y esté directamente relacionada con lo que dijiste. Si es necesario, resaltá las partes importantes para que quede bien claro.

El poder de la manada

Por último, pero no menos importante: la prueba social. La gente tiende a hacer lo que ve que hacen los demás. Es como cuando vas a un restaurante: si está lleno, pensás que debe ser bueno.

Algunas formas de usar la prueba social:

  • Testimonios de clientes felices
  • Casos de estudio detallados
  • Mostrar cuánta gente ya compró o se sumó
  • Historias de éxito de personas comunes y corrientes

La idea es que la gente piense: "Si a todos estos les funcionó, a mí también me va a funcionar".

Si querés que la gente haga lo que vos querés, tenés que controlar lo que creen. No es magia, es entender cómo funciona la cabeza humana y usar eso a tu favor.

¿Funcionará esto para mí?

¿Te preguntaste por qué algunas publicidades te llegan más que otras? ¿O por qué a veces terminás comprando cosas que ni sabías que necesitabas? Bueno, te voy a contar los secretos más turbios del marketing y la persuasión. No es magia negra ni nada por el estilo, pero sí son técnicas potentes que usan las empresas para convencerte de que necesitás sus productos.

El truco de "Esto es para vos y nadie más"

Imaginate que estás scrolleando por Instagram y de repente ves un anuncio que parece que te está hablando directamente a vos. Tipo: "¡Ey, [tu nombre]! ¿Cansado de no poder dormir por la noche? Tenemos la solución perfecta para vos". Y pensás: "La puta madre, ¿cómo saben que no puedo dormir?". Bueno, ahí tenés el primer truco: hacerte creer que el producto está hecho a medida para vos.

Las empresas usan un montón de datos que tienen sobre vos (sí, da miedo, pero es así) para crear mensajes que parezcan personalizados. Usan tu nombre, tus intereses, hasta fotos de gente que se parece a vos en los anuncios. ¿El objetivo? Que pienses "Ah, si esto lo hicieron pensando en mí, seguro que me va a funcionar".

Y ojo, no es joda. Esta técnica es tan efectiva que puede aumentar las ventas hasta un 20%. ¿Por qué? Porque todos queremos sentirnos especiales y entendidos. Es como cuando tu mejor amigo te recomienda algo: le creés más que a un extraño, ¿o no?

La honestidad brutal: un arma de doble filo

Ahora viene la parte interesante. Imaginate que una marca te dice: "Mirá, nuestro producto no es perfecto. No va a resolver todos tus problemas y capaz que al principio te cueste usarlo. Pero te prometemos que si le das una chance, vas a ver resultados". ¿Qué pensás? Probablemente: "Fua, qué honestos estos tipos".

Esta es la técnica de la honestidad brutal. Y te juro que funciona como la gran puta. ¿Por qué? Porque estamos tan acostumbrados a que nos quieran vender espejitos de colores, que cuando alguien es honesto, nos vuela la cabeza.

Pero ojo, esto es un arma de doble filo. Si una marca miente aunque sea en una cosita chiquita, cagó. La gente no perdona.

El famoso "Call To Action": o actuás ahora o te lo perdés

Acá es donde la cosa se pone picante. Las marcas usan dos trucos muy potentes para que actúes YA:

  1. La escasez y la urgencia: "¡Quedan solo 3 unidades!" o "¡Oferta válida solo por hoy!". Esto te genera un miedo terrible a perderte algo bueno. Es como cuando tus amigos te dicen que van a salir y vos no podés: te agarra un FOMO (Fear Of Missing Out) tremendo.

  2. Superar el umbral del dolor: Esto es heavy. Te hacen sentir tan mal con tu situación actual que no te queda otra que actuar. Por ejemplo: "¿Seguís siendo el gordito del grupo? ¿Cuánto tiempo más vas a soportar las burlas?". Fuerte, ¿no? Pero funciona.

El truco de los compromisos previos

Esta es buenísima. Imaginate que una marca te dice: "Che, ¿te acordás que el mes pasado dijiste que querías ponerte en forma? Bueno, acá tenemos el programa perfecto para vos". ¿Qué hacés? Probablemente pienses: "Puta, es verdad, lo dije. Tengo que ser coherente".

Las marcas usan tus compromisos previos para que te sientas obligado a cumplir.

El truco del "resultados ya"

Acá la cosa es simple: te muestran que vas a ver resultados muy rápido. "En solo 7 días vas a ver la diferencia". ¿Por qué funciona? Porque somos impacientes, viejo. Queremos todo ya.

Pero ojo, acá es donde muchas marcas la cagan. Prometen resultados imposibles y después la gente se decepciona. La clave está en ser honesto: si los resultados tardan un mes, decilo. La gente va a apreciar la honestidad.

El truco del "es re fácil"

Por último, te hacen creer que es súper fácil empezar. "Con solo 5 minutos al día vas a cambiar tu vida". Suena bien, ¿no? La idea es que no te asustes pensando que va a ser muy difícil o que vas a tener que sacrificar mucho.

¿Funciona todo esto?

Y... la verdad es que sí, funciona. Estas técnicas están basadas en años de investigación en psicología y marketing. Pero ojo, no son magia. Si el producto es una porquería, ni el mejor marketing del mundo lo va a salvar.

Lo importante es que vos, como consumidor, sepas que existen estas técnicas. Así, la próxima vez que veas un anuncio, vas a poder pensar: "Ah, me están queriendo aplicar el truco de la escasez" o "Están usando la honestidad brutal conmigo".

Al final del día, la decisión es tuya. Pero ahora al menos sabés cómo funciona el juego. Y como dicen por ahí, el conocimiento es poder. Así que usá este poder sabiamente, y la próxima vez que vayas a comprar algo, preguntate: "¿Realmente lo necesito, o me están manipulando con estos trucos?".

Reduciendo el riesgo: La joyita de las garantías

A nadie le gusta sentir que está arriesgando su plata, por eso, las empresas más vivas te tiran la carta de las garantías. Es como que te dicen "tranqui, si no te gusta, te devolvemos la guita". ¿Vos te acordás de esas publicidades de colchones que te decían "probalo 30 noches y si no te gusta, te lo cambiamos"? Bueno, eso.

Pero no solo eso, también te muestran casos de gente re contenta con el producto. Es como cuando tu amiga te dice "Boluda, probá esta crema, me dejó la piel divina". Vos le creés más a ella que a la publicidad, ¿no? Bueno, mismo concepto.

Y para rematar, te tiran el miedo de quedarte afuera. Tipo "Si no comprás ahora, te vas a arrepentir". Es medio manipulador, pero funciona.

Anclaje de precios: El truco del "antes y después"

Esta es buenísima. Te muestran un precio muy inflado y después te tiran el "ofertón". Es como cuando vas al súper y ves "Antes $1000, ahora $500". Automáticamente pensás "¡Qué ganga!". Aunque capaz ese producto nunca valió mil pesos, pero tu cerebro ya hizo la comparación y se enamoró del precio más bajo.

Es muy loco cómo funciona la mente, hasta los más vivos caen en esta.

El cierre de dos vías: ¿Querés ser un ganador o un perdedor?

Esta técnica es medio bruta pero efectiva. Te ponen dos opciones: o hacés lo que te dicen (comprar, generalmente) o te quedás como estás. Pero ojo, te pintan tu situación actual como si fuera lo peor del mundo.

Es como cuando te dicen "¿Querés seguir siendo un gordito triste o preferís unirte a nuestro gym y convertirte en un adonis?" Re dramático, pero te hace pensar, ¿viste? Te ponen entre la espada y la pared, y claro, nadie quiere ser el perdedor.

¿Éxito o excusas? El arte de hacerte sentir culpable

Esta es tremenda. Te dividen al mundo en dos: los que logran cosas y los que ponen excusas. Y obvio, te hacen sentir que si no comprás su producto, sos de los que ponen excusas. Es re manipulador, pero admitámoslo, a veces necesitamos ese empujoncito para dejar de procrastinar.

Me hace acordar a esos coaches motivacionales que te gritan "¡Dejá de quejarte y hacé algo!". A veces te dan ganas de mandarlos a freír churros, pero otras veces te hacen dar cuenta de que sí, capaz estás poniendo demasiadas excusas.

El ciclo del dolor y alivio: La montaña rusa emocional

Esta estrategia es como una película de terror con final feliz. Primero te muestran todos tus problemas, te hacen sentir re mal, y después... ¡Pum! Te tiran la solución mágica. Y repiten esto varias veces para que quede bien grabado.

Es como cuando vas al médico y te dice todas las cosas horribles que te pueden pasar si no te cuidás, y después te dice "Pero tranqui, con este tratamiento vas a estar joya". Te morís de miedo primero y después sentís un alivio bárbaro.

El cierre "de la mano": Paso a pasito

Esta es para los que somos medio colgados o nos da fiaca hacer trámites. Te explican todo el proceso de compra como si le estuvieras enseñando a tu abuela a usar WhatsApp. Paso por paso, re detallado, para que no tengas excusa de decir "Ay, es que no sé cómo se hace".

Es genial porque te saca todas las dudas y miedos. Te hacen sentir que es tan fácil que hasta un nene de 5 años podría hacerlo. Y claro, si es tan fácil, ¿por qué no hacerlo, no?

¿Vas en serio?: El desafío directo

Esta es como cuando tu amigo te dice "¿De verdad vas a dejar de fumar o solo lo decís de la boca para afuera?". Te tiran la pelota y te hacen cuestionarte si realmente querés lo que decís que querés. Es medio agresivo, pero a veces necesitamos ese cachetazo de realidad.

Lo copado es que te hace reflexionar de verdad. No es solo para que le compres algo a alguien, sino para que te preguntes si estás dispuesto a hacer lo necesario para lograr lo que querés. Puede ser re útil si la usás con vos mismo.

La información no alcanza: Necesitás más que conocimiento

Esta es la verdad pura. Te dicen que saber qué hacer es solo el 1% del camino, el otro 99% es hacerlo. Y tienen razón, ¿cuántas veces sabemos qué tenemos que hacer pero no lo hacemos?

Te tiran la posta de que necesitás más que solo info. Necesitás alguien que te patee el culo (pero de onda), que te guíe, que te banque cuando quieras tirar la toalla. Es como tener un entrenador personal pero para cualquier aspecto de tu vida.

Para esto es la plata: Justificando el gasto

Y por último, esta es la frutilla del postre. Te convencen de que gastar en su producto no es un gasto, es una inversión en vos mismo. Es como cuando te comprás esas zapas carísimas para correr y te decís "No es un gasto, es una inversión en mi salud".

Te hacen ver que la plata está para mejorar tu vida, no para acumularla como Tío Rico. Y si su producto te va a hacer la vida mejor, más fácil o más feliz, entonces vale la pena, ¿no?

¿Por qué deberías demoler objeciones?

Cuando estás vendiendo algo, ya sea un producto, un servicio o hasta una idea, siempre vas a tener gente que te ponga peros.

La clave está en reconocer y entender esos miedos y creencias limitantes que hacen que la gente no se anime a dar el paso. Y una vez que los tenés identificados, tenés que ir derribándolos uno por uno, como si fueras un Jenga humano. ¿Por qué? Porque si no lo hacés, te vas a quedar sin clientes, corta.

Pensá en el copywriting como si fueras un vendedor, pero en vez de estar cara a cara, estás escribiendo o hablando en un video. Tu laburo es anticiparte a todas esas dudas y objeciones que puedan tener tus potenciales clientes y desarmarlas antes de que se conviertan en un problema.

Las 6 objeciones más comunes (y cómo patearlas)

Ahora, prestá atención porque te voy a tirar una posta sobre las excusas más típicas que te vas a encontrar:

  1. "No tengo tiempo": Clásica. Es como cuando decís que no tenés tiempo para ir al gym pero te clavas 3 horas de Netflix por día.

  2. "No tengo plata": Otra joyita. Pero ojo, que para el último iPhone siempre aparece la guita, ¿no?

  3. "No confío en mí mismo": Esta es heavy. La gente a veces se boicotea sola.

  4. "No confío en el producto": Acá es donde tenés que demostrar que tu producto es la que va.

  5. "No confío en vos": Auch. Pero tranqui, que esto se puede revertir.

  6. "Tengo miedo" o "Estoy confundido": El miedo paraliza, y si encima no entienden bien de qué va la cosa, estamos al horno.

La fórmula mágica: Reconocer -> Reformular -> Cerrar

Ahora viene lo bueno. Para demoler estas objeciones, tenés que seguir estos tres pasos:

  1. Reconocer la objeción: Es como cuando tu pareja te dice "estás enojado" y vos decís "sí, la verdad que sí". Reconocés el problema de entrada.

  2. Validar y reformular: Acá es donde le das la razón pero le das vuelta la tortilla. Por ejemplo: "Entiendo que no tengas tiempo, pero ¿y si te digo que este producto te va a ahorrar 2 horas al día?"

  3. Dirigir y cerrar: Una vez que reformulaste, le tirás todos los motivos por los que necesita tu producto y lo empujás suavemente (o no tan suavemente) hacia la compra.

¿Estar de acuerdo con la objeción? ¡Sí, pero no!

Esta es una técnica interesante. Básicamente, le das la razón al cliente en su objeción, pero después le das vuelta la cosa. Es como decir "Sí, tenés razón en que es caro, pero pensá en todo lo que vas a ahorrar a largo plazo". Ojo con esto, que si lo hacés bien, es oro puro.

El poder de la exclusión

Acá viene lo polémico. A veces, la mejor estrategia es eyectar a la gente que pone excusas. Suena loco, ¿no? Pero pensalo así: si alguien no está dispuesto a hacer el esfuerzo o no tiene la actitud correcta, capaz que es mejor que ni se sume. Es como cuando organizás una juntada y decís "el que no trae birra que ni venga". Duro, pero efectivo.

El proceso de escritura de un ganador

Ahora, vamos a la parte práctica. Para escribir copy que rompa todo, necesitás un sistema. No podés sentarte y esperar que te baje la inspiración divina. Necesitás un método que te asegure que lo que estás escribiendo es la posta y que va a cumplir con lo que el cliente quiere.

Primero, claridad

Antes de escribir una sola palabra, tenés que tener todo claro:

  • ¿A quién le estás hablando?
  • ¿Cómo está ahora?
  • ¿Cómo quiere estar?
  • ¿Cómo va a llegar de un punto al otro?

Investigá a fondo. Metete en foros, grupos de Facebook, lo que sea. Tenés que hablar el mismo idioma que tu audiencia, entender sus dolores, sus deseos, sus miedos. Si no hacés esto, estás complicado.

La "llave maestra" del modelado

Esto es clave, así que prestá atención. El modelado es como cuando eras pibe y copiabas los dibujos calcándolos. Pero en vez de dibujos, acá estás copiando estrategias que ya funcionan.

  1. Buscá a alguien que la esté rompiendo en tu nicho.
  2. Analizá su contenido al detalle. ¿Cómo estructura sus textos? ¿Qué palabras usa?
  3. Sacá el "esqueleto" de lo que hace y usalo como base para tu propio contenido.

Ojo, no es copiar y pegar. Es entender la estructura y adaptarla a tu estilo y a tu mercado.

Cómo despertar tu creatividad

A veces te vas a quedar en blanco. Te va a pasar, es normal. Pero hay trucos para salir de esa:

  • Salí a caminar o hacé ejercicio. A veces, cuando dejás de pensar, es cuando más ideas te vienen.
  • Hacé un "brain dump". Agarrá un papel y escribí todo lo que se te venga a la cabeza, sin filtrar nada.

El bloqueo del escritor generalmente pasa porque no investigaste lo suficiente o porque estás tratando de ser creativo y perfeccionista al mismo tiempo. No se puede.

La clave está en separar el proceso en dos:

  1. Primero, tirá todas las ideas que se te ocurran, sin juzgar.
  2. Después, ahí sí, ponete el sombrero de editor y empezá a pulir.

Claro, voy a escribir un análisis de 1000 palabras sobre los métodos de escritura y cómo mejorar tu redacción, enfocándome en el copywriting de formato corto. Lo haré en un tono informativo y coloquial, con un nivel de lectura accesible.

Cómo escribir como un campeón

Te voy a contar todos los secretos del copywriting de formato corto.

Escribir de un tirón o por partes: ¿Qué es mejor?

Mirá, cuando te ponés a escribir, tenés dos opciones:

  1. Mandarte todo de una como un campeón
  2. Ir de a poquito, armando el rompecabezas

No hay una forma correcta, depende de cómo te sientas más cómodo. Algunos prefieren entrar en "la zona" y no parar hasta terminar. Otros van más tranqui, escribiendo por partes y después uniéndolas. Lo importante es que encuentres tu ritmo.

Revisar y pulir: La clave del éxito

Escribir es solo la mitad del laburo. Después viene la parte crucial: revisar y mejorar. Tenés que ponerte en los zapatos del lector y ver si todo fluye como la seda. Si algo no cierra, a sacarlo sin asco.

Un trucazo es dejar reposar el texto un rato (o hasta el día siguiente si podés) y volver a leerlo con ojos frescos. Te vas a sorprender de las cosas que encontrás para mejorar.

Y no te olvides de usar todas las herramientas a tu alcance:

  • Leelo en voz alta (si suena raro, es que algo anda mal)
  • Tiráselo a ChatGPT para que te dé una segunda opinión
  • Pedile a un amigo que le dé una mirada

La idea es que el texto quede tan pulido que brille.

Evaluá y mejorá tu escritura como un pro

Para llevar tu escritura al siguiente nivel, hay tres puntos clave:

  1. Leelo en voz alta: Si te trabás o suena raro, es momento de reescribir.
  2. Pensá en cómo va a caer: ¿Qué va a sentir el lector? ¿Lo va a motivar o lo va a aburrir?
  3. Cero errores: Un texto con faltas es como ir a una entrevista de laburo en ojotas. No da.

El copywriting corto: El arte de enganchar rápido

Ahora vamos a lo bueno: el copywriting de formato corto. Esta es la joya de la corona en el mundo del marketing digital.

¿Qué es? Básicamente, son textos cortitos (menos de 150 palabras) que tienen un solo objetivo: hacer que el lector pique y quiera más. No es para vender directamente, sino para llevar al lector a otro lado donde sí le podés vender.

La idea es usar un texto interesante para que la gente entre a un lugar donde los podés convencer mejor, sin tantas distracciones.

Los frameworks que la rompen

Hay tres frameworks que son la posta para escribir copy corto que engancha:

  1. DIC (Disrupt, Intrigue, Click)

    • Es ideal para gente que no te conoce
    • Primero los sacudís con algo inesperado
    • Después los intrigás
    • Y al final les das algo para clickear
  2. PAS (Pain/Desire, Amplify, Solution)

    • Arrancás tocando una fibra sensible (un problema o un deseo)
    • Después lo amplificás para que duela más
    • Y al final les tirás la solución mágica
  3. HSO (Hook, Story, Offer)

    • Empezás con un gancho que los deja con la boca abierta
    • Seguís con una historia re dramática
    • Y cerrás con una oferta que no pueden rechazar

Consejos de oro para el copywriting corto

  1. Sé breve: Menos de 150 palabras, idealmente.
  2. Un solo mensaje: No te vayas por las ramas.
  3. Que fluya: Cada línea tiene que llevar a la siguiente sin tropezones.
  4. Divertite: Si vos te aburrís escribiendo, imaginate el lector.
  5. Gramática impecable: Nada de errores, viejo.
  6. Una idea por párrafo: No los marees con demasiada info junta.

La misión final: Ponelo en práctica

Y ahora viene lo más divertido: la práctica. Te propongo un desafío: escribí tres emails cortos usando los frameworks que vimos:

  1. Un email DIC
  2. Un email PAS
  3. Un email HSO

Busca cualquier producto para practicar.

Modelando copy exitoso

Modelar copy exitoso es como armar un rompecabezas, pero uno donde las piezas cambian constantemente. Lo copado es que, aunque la superficie se transforme, el esqueleto sigue siendo el mismo.

La clave está en identificar ese esqueleto del copy exitoso, desarmarlo como si fueras un científico loco, y después meterle tus propios elementos. Es como hacer un Frankenstein, pero en vez de partes de cuerpos, usás partes de copy.

Para lograrlo, necesitás armar una colección de copys que la rompen, que te van a servir de inspiración. ¿Cómo lo armás? Fácil:

  1. Prestá atención a todo el copy que te cruzás online. Si algo te hace click, guardalo.
  2. Suscribite a mil newsletters. Sí, ya sé, tu bandeja de entrada va a explotar, pero vale la pena.
  3. Buscá los anuncios de Facebook que tienen más engagement. Esos son oro puro.

Páginas de opt-in: El arte de seducir... datos

Las páginas de opt-in son como esos tipos en la disco que te ofrecen un trago a cambio de tu número. Pero en vez de un Fernet con coca, ofrecen algo valioso como información exclusiva o acceso VIP. El objetivo? Conseguir los datos de contacto de potenciales clientes.

El copy en estas páginas suele usar el framework DIC (Disrupt, Intrigue, Click). Suena a nombre de rapero, pero es más efectivo que Eminem en sus buenos tiempos. Incluye:

  • Un titular que promete algo grande. Tipo "Descubrí el secreto para ganar la lotería sin comprar un solo billete".
  • Intriga apilada. Como las capas de una cebolla, pero menos llorona y más fascinante.
  • Elementos de autoridad y confianza. Porque nadie quiere sentir que está dándole sus datos a un estafador con bigote falso.

Lo importante es que el "cebo" (esa cosa gratis que ofrecés) sea la posta. Tiene que ser útil para alguien que está dando sus primeros pasos hacia su estado ideal.

Secuencias de email: El arte de no ser un pesado

Las secuencias de email son como una serie de Netflix. Tenés diferentes temporadas para diferentes propósitos:

  1. La secuencia de bienvenida: Es como el primer capítulo. Tenés que enganchar a la gente y hacer que quieran más.
  2. El newsletter normal: Es el episodio semanal que mantiene a la gente enganchada.
  3. La secuencia de lanzamiento: Es como el trailer de la nueva temporada. Generás hype para tu nuevo producto o evento.
  4. La secuencia de reactivación: Es como cuando Netflix te manda un email diciendo "Che, ¿te olvidaste de nosotros?".

La segmentación es clave. Es como dividir a tus amigos en grupos: los del fútbol, los del laburo, los de la facu. No le vas a mandar el mismo mensaje a todos, ¿no? Bueno, con los emails es igual. Adaptás el mensaje según cómo interactúa cada grupo con tus emails anteriores.

Misión: Página de aterrizaje y secuencia de emails

Ahora viene lo divertido. Vamos a crear una página de aterrizaje para un ebook gratis relacionado con... ¡adelgazar! (Sí, lo sé, re original, pero funciona).

Página de aterrizaje:

Titular: "Descubrí el secreto para perder 10 kilos en 30 días sin pasar hambre ni matarte en el gym"

¿Estás harta de dietas que te dejan con más hambre que Homero Simpson en una huelga de donas? ¿Cansada de rutinas de ejercicio que te hacen sentir como si un camión te hubiera pasado por encima? ¡Tenemos la solución!

Nuestro ebook gratuito "Adelgazar sin sufrir: La guía definitiva" te revelará:

  • El truco para acelerar tu metabolismo comiendo MÁS (sí, leíste bien)
  • Los 5 ejercicios que queman más calorías que correr un maratón (y podés hacerlos viendo Netflix)
  • La fórmula secreta para eliminar la ansiedad por la comida (¡chau atracones nocturnos!)

¿Quién soy yo para prometerte esto? Soy Marta Pérez, nutricionista certificada y ex gordita frustrada. Pasé de usar talle 50 a talle 38 sin dejar de comer pizza los viernes. Si yo pude, ¡vos también podés!

¡No esperes más! Ingresá tu email abajo y recibí tu ebook gratis en los próximos 5 minutos. Tu cuerpo del verano te lo va a agradecer.

[FORMULARIO DE SUSCRIPCIÓN]

PD: ¿Mencioné que el ebook incluye un plan de comidas de 7 días que te va a hacer agua la boca? ¡Suscribite ya!

Secuencia de emails de bienvenida:

Email 1: ¡Bienvenida a tu nueva vida!

Asunto: Tu ebook "Adelgazar sin sufrir" está listo + un regalo sorpresa

¡Hola, [Nombre]!

¿Lista para empezar tu viaje hacia el cuerpo de tus sueños? Tu ebook "Adelgazar sin sufrir" ya está en camino a tu bandeja de entrada. Pero antes de que te sumerjas en sus páginas llenas de sabiduría, tengo una sorpresa para vos.

Como bonus especial, te regalo mi lista de "Los 10 snacks que parecen prohibidos pero en realidad te ayudan a adelgazar". ¿Chocolate incluido? Tal vez... 😉

Mañana te cuento más sobre cómo sacarle el jugo a tu ebook. ¡Nos vemos!

Marta

Email 2: El secreto mejor guardado del ebook

Asunto: El truco que NO quieren que sepas sobre adelgazar

¡Hola de nuevo, [Nombre]!

¿Ya le echaste un vistazo al ebook? Si es así, seguro notaste que hay un capítulo que se destaca del resto. Es el capítulo 3: "Cómo engañar a tu cerebro para que crea que estás comiendo más".

Este capítulo es oro puro. Te enseña cómo usar trucos psicológicos para sentirte satisfecha comiendo menos. Es como hacer magia, pero con comida.

Mañana te voy a contar sobre el programa completo que complementa este ebook. Vas a flashear.

¡Hasta entonces!

Marta

Email 3: La pieza que falta en tu puzzle para adelgazar

Asunto: Esto es lo que necesitás para resultados EXPLOSIVOS

¡Buenas, [Nombre]!

¿Sabés esa sensación de tener casi todo resuelto, pero que te falta una pieza? Bueno, el ebook que te regalé es como tener 999 piezas de un puzzle de 1000.

La pieza final es mi programa "Revolución Metabólica". Este programa toma todo lo que aprendiste en el ebook y lo lleva al siguiente nivel con:

  • Planes de comidas personalizados
  • Rutinas de ejercicios adaptadas a tu nivel
  • Sesiones de coaching semanales conmigo

Y lo mejor: por ser lectora del ebook, tenés un 50% de descuento si te suscribís en las próximas 24 horas.

¿Lista para completar el puzzle? Hacé click acá para más info: [LINK]

¡Nos vemos del otro lado!

Marta

Y ahí lo tenés. Una página de aterrizaje que engancha y una secuencia de emails que va llevando de la mano al lector hasta la venta. ¿Es manipulador? Puede ser. ¿Funciona? Como loco. Al final del día, si tu producto es bueno y realmente ayuda a la gente, estás haciendo un bien. Y si no lo es... bueno, ahí ya tenés otros problemas, ¿no?

Recordá: el copy es como el maquillaje. Puede resaltar tus mejores rasgos, pero si lo que hay debajo es feo, tarde o temprano se va a notar. Así que asegurate de tener un producto bueno antes de empezar a promocionarlo como loco.

¿Qué es el copywriting de formato largo?

Bueno, para empezar, imaginate un texto tan largo como la fila para entrar a un recital de La Renga. Así de extenso es el copywriting de formato largo. Estamos hablando de landing pages, páginas de ventas, cartas de venta en video (VSL) y hasta webinars.

La idea es llevar al lector de la mano desde que es un completo desconocido hasta que se convierte en un comprador fiel. Es como enamorar a alguien, pero en vez de flores, usás palabras.

¿Por qué está tan de moda esta técnica?

Esta técnica es muy buena para productos o servicios que necesitan una explicación más detallada. Imaginate que querés vender un curso para aprender a hacer asado como un campeón. No podés explicar todo eso en dos líneas, ¿no? Necesitás espacio para contar por qué tu método es la posta y cómo va a cambiarle la vida a la gente.

La estructura del copywriting de formato largo

Te voy a contar cómo se arma esta maravilla:

1. El titular: El gancho que te atrapa

Tiene que ser tan bueno que te deje con la boca abierta y las ganas de seguir leyendo. Por ejemplo: "¿Cansado de que tus asados sean un desastre? Descubrí el método secreto de los parrilleros profesionales".

2. La introducción: Conectando con el lector

Acá es donde le decís al lector: "Che, yo te entiendo". Le contás que vos también quemabas la carne y que tus amigos se burlaban de tus asados. Generás empatía y le das ganas de seguir leyendo.

3. El cuerpo: La carne del asunto

En esta parte, le mostrás al lector que sus creencias limitantes sobre hacer asados son puro verso. Le contás tu historia de cómo pasaste de ser un quemador serial a un parrillero profesional. Le explicás el "mecanismo secreto" que descubriste para hacer el asado perfecto.

4. El cierre: La frutilla del postre

Acá es donde le presentás tu producto estrella: "El curso definitivo para convertirte en el rey del asado". Le mostrás cómo tu curso va a resolver todos sus problemas parrilleros, le tirás unos testimoniales de gente que ya lo probó, le das un precio irresistible y le metés un poco de urgencia tipo "¡Solo quedan 10 cupos disponibles!".

Los trucos del oficio

Ahora, te voy a contar algunos truquitos que usan los copywriters profesionales para que el texto sea tan adictivo como una serie de Netflix:

  1. Usar negritas para resaltar ideas clave: Así el lector puede escanear rápidamente el texto y captar lo importante.

  2. Meter anécdotas y referencias culturales: Por ejemplo, comparar el aprendizaje del asado con aprender a tocar la guitarra como Charly García.

  3. Tirar datos concretos: "El 87% de nuestros alumnos logran hacer el asado perfecto en menos de 30 días".

  4. Usar figuras retóricas: Metáforas, hipérboles, ironía... todo vale para hacer el texto más entretenido.

  5. Variar el tono según el tema: A veces más informativo, a veces más coloquial. Como cuando hablás con tus amigos, que no usás el mismo tono para contar un chiste que para dar una noticia seria.

¿Y esto realmente funciona?

Te preguntarás si toda esta sarasa realmente sirve para algo. Y la respuesta es: ¡Sí, obvio! El copywriting de formato largo es como el asado perfecto: lleva tiempo, pero cuando está bien hecho, es irresistible.

Pensalo así: cuando alguien está por gastar una buena guita en algo, necesita estar bien seguro. El copywriting de formato largo le da toda la info que necesita para tomar esa decisión. Es como si le estuvieras diciendo: "Mirá, te voy a contar absolutamente todo sobre este producto. Si después de leer esto no estás convencido, es que no es para vos".

Si estás en el mundo del marketing digital o tenés tu propio negocio, aprender copywriting de formato largo puede ser un golazo. Es una habilidad que te va a servir para vender mejor tus productos o servicios, conectar con tu audiencia y, en definitiva, hacer crecer tu negocio.

Y bueno, eso es todo. Espero que te haya gustado este viaje por el mundo del copywriting.

Si te quedaste con ganas de más, ya sabés, seguí leyendo y practicando.

¡Nos vemos!