Superman: Speeding Bullets

Cuando Superman mata a los padres de Batman...

¿Qué pasaría si el cohete de Kal-El cayera en Gotham y lo adoptaran los Wayne?

Superman: Speeding Bullets, un cómic de la línea Elseworlds de DC, responde con una premisa tremenda. Pero aunque la idea promete, la ejecución esta floja de papeles.

La premisa: Superman como Batman

Imaginá al bebé kryptoniano criado como Bruce Wayne. Sus padres, Thomas y Martha, mueren en un callejón de Gotham, como siempre. Pero este Bruce no es humano: tiene superpoderes. Traumatizado, se convierte en un Batman con fuerza, velocidad y visión de rayos X. La mezcla es jodida: porque combina la oscuridad trágica de Batman con el power casi divino de Superman.

Lo que funciona

Desde la primera página, el cómic atrapa. Ver a un Bruce con poderes enfrentándose a criminales en una Gotham sombría está bueno. La historia condensa el origen de Batman con crudeza: un chico roto que canaliza su dolor a través del miedo y la violencia. Pero ahora tiene superpoderes, lo que vuelve todo más heavy. Es algo que el Superman de Kansas jamás haría.

El arte también acompaña. Tiene un estilo retro, casi como una carta de amor a los cómics de los 60. Los colores apagados, el tono noir, la atmósfera cargada… todo cuadra perfecto con Gotham. Los poderes de Kal-El generan un contraste visual que impacta. Hay referencias constantes a ambos héroes que enriquecen la lectura y la hacen más entretenida.

Lo que falla

Ahora, el cómic es demasiado corto. Con solo 52 páginas, todo se siente apurado. Como si intentara meter una saga en un panfleto. La historia necesitaba espacio para respirar. El desarrollo de personajes queda flojo: Lex Luthor es apenas una caricatura y Lois Lane no tiene peso. El final, además, cae en lo predecible. Cierra rápido y sin sorpresa.

También hay una falta de originalidad en algunos tramos. La historia mezcla elementos de Superman y Batman sin arriesgarse del todo a crear algo nuevo. Es un crossover divertido, sí, pero no siempre fresco. Nunca se explora a fondo cómo estos poderes afectan la mente de Bruce ni cómo reacciona Gotham ante un vigilante casi invencible. Se queda en la superficie.

¿Vale la pena?

Si te gustan los Elseworlds, sí. Es entretenido, visualmente interesante y juega con una idea irresistible: ¿qué tan distinto sería Superman si lo criara Gotham en vez de Smallville? Pero no esperes una obra maestra. La idea de que la bondad de Superman supera su entorno queda apenas insinuada. Es un experimento ambicioso, pero comprimido.

No busques un final que te vuele la cabeza. Leé esto por el puro placer de ver a un Batman que vuela y dispara rayos láser. A veces, con eso alcanza.

No hay comentarios.:

Publicidad: porque el amor no paga el wifi