Que no te agarre la deshidratación Si pensás que las bebidas deportivas de marca son la única salvación después de transpirar como en un bondi sin aire en verano, hoy te traigo una sorpresa. Con ingredientes simples y baratos, podés hacer tus propias bebidas con electrolitos caseras. ¡Y encima, sabés lo que estás tomando!
Un toque de ciencia (pero tranqui) Las bebidas con electrolitos ayudan a reponer lo que perdés transpirando: agua, sodio, potasio y minerales esenciales. Estas mezclas mantienen el equilibrio de líquidos, regulan la presión sanguínea y evitan esos calambres que te hacen bailar sin música.
Recetas caseras para hidratarte como un campeón:
1. Clásica y efectiva:
- 500 ml de agua
- 1/4 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio
- Jugo de medio limón o lima
Ideal para después de una corridita matutina o una clase de zumba. Simple, rápida y sin vueltas.
2. Con un toque dulce (y energético):
- 1 litro de agua
- Jugo de 2 limones
- 1 cucharada de miel
- 1/2 cucharadita de sal marina
- 1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio
Esta es perfecta para reponerte tras una buena sudada o para aguantar un asado al rayo del sol. ¡Y con ese toque de miel, el sabor es otra cosa!
3. Potenciada con magnesio (pa' los cracks del deporte):
- 1 litro de agua mineral
- 2 cucharaditas de sal del Himalaya
- 2 cucharaditas de bicarbonato
- 2 cucharaditas de magnesio en polvo
- Jugo de un limón o naranja
Esta es para cuando te sentís Rocky entrenando en la escalinata. El magnesio es clave para prevenir calambres y darte ese plus para seguir.
Cuándo tomarlas (no es para cualquier momento, ojo)
- Después del ejercicio intenso (no importa si fue un partido de fútbol o mover muebles).
- En climas calurosos (cuando sentís que te derretís como un helado en enero).
- Si estuviste con vómitos o diarrea (acá, es salvación pura).
- Para prevenir la deshidratación en días largos y agitados.
El rol de cada ingrediente (porque no es magia, es ciencia):
- Agua: Fundamental. Es la base para hidratarte.
- Sal: Aporta sodio, clave para mantener el equilibrio de líquidos.
- Bicarbonato de sodio: Regula el pH y ayuda a combatir la acidez muscular.
- Limón o lima: Vitamina C y antioxidantes. Además, le pone sabor.
- Miel: Energía rápida y un toque dulce.
- Magnesio: Evita calambres y mejora la recuperación muscular.
Un par de tips:
- Ajustá las cantidades a tu gusto. ¿Querés más limón? Mandale.
- Sumale rodajas de pepino, naranja o frutillas para un toque gourmet.
- No te pases de rosca: mucha sal o bicarbonato pueden ser contraproducentes.
En fin, ahora ya sabés: hidratarte bien no tiene que ser ni caro ni complicado. Estas bebidas son como el mate: simples, efectivas y siempre a mano. Y vos, ¿cuál vas a probar primero?