The Rewriter” sería de esas series que no te podés perder. Imaginate un flaco que aparece de la nada en cada historia, tipo como un cameo, pero no uno cualquiera: es alguien que literalmente le dice a los personajes, "Mirá, vos sos parte de una serie. Tu mundo, tus problemas... todo está escrito". Es un personaje que salta de serie en serie y les avisa a los protagonistas como si fueran sus amigos, revelándoles que él puede cambiar sus destinos, sus historias, como un guionista con superpoderes. Ah, pero pará... ¡lo hace por diversión! Un crack, ¿no?

Imaginate que llega en una serie de mechas y le dice al piloto principal: "Che, bobo, dejate de boludear. Si seguís así te bajan en el próximo episodio." Y, claro, el protagonista queda medio en shock, tipo “¿Qué carajo? ¿Quién sos vos?”. Pero ahí entra el Rewriter con toda su onda: les hace el camino más fácil a los personajes que le caen bien, que le divierten. ¡Si es un héroe medio troll! pero lo hace por gusto; no es que tenga que estar ahí ni nada. Lo motiva esa adrenalina de entrar en historias, de meter mano y mover los hilos, aunque después los personajes se queden flasheando.

La cosa es que, al final, siempre termina desapareciendo, dejando una marca en cada serie. Los personajes que lo ven quedan entre el asombro y la bronca porque, claro, el chabón los ayuda, pero también les rompe la ilusión. Y vos, como espectador, te terminás encariñando con este tipo. Porque, posta, ¿quién no querría ser como él?