Imaginate que pasó algo drástico y que por un buen tiempo no vas a poder acceder a internet de ninguna manera, pero cuando digo buen tiempo, hablo meses o años. Vos preguntaras "que carajo tiene que pasar", esa parte la dejo en tu imaginación, también puede ser que te hayas ido a algún lugar remoto donde solo tenes electricidad como mucho.

Disco duro externo con todo lo que necesitás para sobrevivir al aburrimiento. Un refugio digital a prueba de apocalipsis. 

Estarías haciendo la verdadera caja de internet (referencia de la serie IT CROWD)


¿Qué poner en este disco salvador?

  • Pelis que puedas ver mil veces sin cansarte. Esas que te sabés los diálogos de memoria.
  • Series que te enganchen de principio a fin.
  • Música para todos los gustos. Aunque solo escuches un tipo de musica, nunca se sabe el humor que puedas tener que te pida otra cosa.
  • Juegos que te vuelen la cabeza. De consolas emuladas a jugaos de PC, los géneros que mas te mantengan entretenido.
  • Cómics, hay mucha gente que no lee comics, pero es un tipo de lectura recomendada.
  • Libros que te transporten a otros mundos. Historias pero también esos libros que te enseñan mentalidad y habilidades, eso te va a mantener vivo.
  • Fotos de tus seres queridos. Para recordar los buenos tiempos cuando todos teníamos internet. 😂
  • ISOs de sistemas operativos y utilidades. Por si las dudas, nunca se sabe.
  • Mapas offline. Podes no disponer de Google Maps, pero el ser humano usaba mapas desde antes.

Consejo extra: ¡Comprimí todo lo que puedas! Usá programas como 7-Zip para que te entre más data en el disco. 😉

¿Y si no tengo un disco duro externo?

Tarjetas microSD de alta capacidad. Son portátiles y entran en cualquier lado.

Pendrives de gran tamaño. ¡Mientras más espacio, mejor!

Recordá: En un mundo sin internet, la información es poder

Yapa: Si querés llevar tu preparación al extremo, podés agregar manuales de supervivencia, libros de recetas y tutoriales de primeros auxilios. Nunca se sabe, capaz te convertis en una especia de Rambo de barrio.

Suerte viejo, nos vemos del otro lado del apocalipsis!