Seamos sinceros, muchas veces nos da miedo cuando tenemos que enfrentar algo difícil. Que es lo mas natural que nos sale hacer... Nos inventamos mil excusas para no hacerlo. Es como si tuviéramos un máster en chamuyo interno.

"Quien carece de valentía encuentra siempre una filosofía que lo justifica"

Dejar de mentirte

La realidad es que necesitamos terminar con las excusas infinitas y empezar a ponernos las pilas. Pero, ¿cómo lo hacemos?

  1. Reconocer nuestras mañas: El primer paso es darnos cuenta cuando estamos inventando excusas. Realmente prestarnos atención cuando le escapamos a las cosas. Parece que no pero es como si tuviéramos 2 personas dentro de una, tenes que estar atento a ese otro ser que tenes adentro.

  2. Enfrentar el miedo: En lugar de escapar, hay que plantarse y enfrentar lo que nos asusta. No se supone que sea facil, pero como todo en la vida con la practica cada vez se nos dificulta un poco menos.

  3. Cultivar la valentía: Como cualquier habilidad, la valentía tambien se puede desarrollar con práctica.

Ponerse los pantalones y actuar

Está buenísimo hablar, pero lo que cuenta es la acción. Acá van algunas ideas para dejar de ser unos cagones:

  1. Empezá por cosas chicas: No te tires de una a lo más complicado. Andá de a poco.

  2. Rodeate de gente interesante: Juntate con personas que te impulsen, no con los que te tiran abajo. Alejate de la negatividad, del pesimismo, de los "No podes" de los demás. Esas cosas se te pegan muy fácil y son una carga mental y consumo de energía que creeme, no lo querés a tu al rededor.

  3. Celebrá tus logros: Cada vez que te la juegues, date una palmadita en la espalda. No todo es sufrimiento, podemos darnos el gusto de festejar las victorias.

La trampa de las estadísticas y las "leyes"

Ahora, hablemos de otra cosa loca. ¿Viste cuando te tiran un dato y te dicen que es una "ley" o un "principio"? Ojo con eso. Por lo general la gente esta atrapada en pre conceptos que nunca verificó.

Nos creemos cualquier cosa

Somos vagos para pensar críticamente. Si alguien nos tira un número o una estadística, ya nos parece que es la verdad absoluta. Y si le ponen "ley" adelante, ni te cuento.

Usar la cabeza

La clave está en no creerse todo lo que nos dicen. Hay que empezar a cuestionar las cosas. No des el OK tan rapido. Siempre dudá.

  1. Preguntate de dónde salen los datos: ¿Quién hizo el estudio? ¿Cómo lo hicieron?

  2. Buscá otras fuentes: No te quedes con una sola versión.

  3. Usá el sentido común: Si algo suena muy loco, probablemente lo sea.

Ser un detective del verso

Para no caer en la trampa de las estadísticas truchas y las "leyes" inventadas, podés hacer lo siguiente:

  1. Investigá un poco más: No te quedes con el titular. Metete a leer el estudio completo.

  2. Hablá con gente que sepa: Consultá con expertos si tenés dudas.

  3. Practicá el escepticismo: No está mal dudar un poco de todo.

La locura justificada: Un clásico de la humanidad

Si hay algo que los humanos hacemos bien, es justificar nuestras locuras. Es como un deporte olímpico.

Lo más jodido es que terminamos creyéndonos nuestros propios versos. Y ahí es cuando la cosa se pone heavy.

La única forma de salir de este locura es empezar a ser sinceros, primero con nosotros mismos.

  1. Hacete preguntas incómodas: ¿Por qué realmente estoy haciendo esto?

  2. Aceptá tus errores: No pasa nada por mandarse una cagada, lo importante es reconocerlo.

  3. Buscá feedback: A veces necesitamos que alguien nos diga las cosas en la cara.

Dejar de joder y ser auténticos

Para cortar con la justificación de locuras, podemos:

  1. Practicar la autorreflexión: Tomate un tiempo para pensar en tus acciones y motivaciones.

  2. Ser vulnerable: No tengas miedo de mostrar tus debilidades.

  3. Aprender de los errores: En lugar de justificarlos, usá tus errores para crecer.

Dejemos de tener miedo, de creernos cualquier estadística trucha y de justificar nuestras locuras. Es hora de ponernos los pantalones, usar la cabeza y ser honestos con nosotros mismos.